La fotografía de Rajoy y Montoro -Reuters- es del 24 de abril de 2012, antes de iniciarse el debate de los Presupuestos Generales del Estado.
Quemamos escándalos a una gran velocidad. La cacería real de elefantes, Corinna en Africa con el Rey, el parcial perdón del país al monarca. Todo transcurre a gran velocidad.
Mientras, Cristóbal Montoro -Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas- responde a la oposición en la tarde de un martes de primavera.
Recortar, recortar. Reducción del déficit público. Ese es el objetivo.
900000 mil millones de euros es la deuda pública que tenemos financiada los españoles en el mercado financiero internacional con elevados intereses. Es una de las losas que atenaza nuestra maltrecha economía.
Montoro dice "entiendo, pero no comparto los planteamientos ideológicos", lo dice a diferentes portavoces de la oposición. Se le reprocha que sean los "peores presupuestos de la democracia" y son varias las voces que reclaman mayor inversión porque no habrá crecimiento con tanto recorte. Sin grandes recortes aumentaría aún más el déficit.
Se prevé que el número de parados en España llegue a final de año a 6 millones de desempleados. Ese es el drama.
Si los ingresos presupuestados no se logran serán necesarios mayores sacrificios aún.
Y el fraude fiscal es cada vez más grave. También habrá medidas -próximas- contra dicho fraude.
La deuda pública española financiada en el exterior se ha duplicado en los últimos años. Herencia que queda para los actuales gestores. De herencia se habla mucho e incluso se han recordado los "brotes verdes" que detectó el anterior ejecutivo. "Brotes" que nadie vio, ni confirmó. ¡Queda como uno de los grandes absurdos del pasado reciente¡
Tendría que ponerse a tiro de la economía española un elefante con piel de acero que entrase en la cacharrería financiera para poner el sentido común que hemos perdido en el transcurso de nuestros derroches públicos y privados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario