viernes, 27 de diciembre de 2013

FABRA DIMITE Y RAJOY ASUME INCAPACIDAD


Podría suceder y no nos rasgaríamos las vestiduras. Si bien, la Constitución y el llamado Estado de las Autonomías no lo permiten. No serviría de mucho que uno dimitiese y el otro asumiese las competencias, ni Fabra nos importa mucho, dada su incapacidad de gestionar en Valencia la ruina de Camps, ni Rajoy puede sacar las castañas del fuego. Es decir, estamos rodeados de gestores negligentes que nos van hundiendo más, día a día, al no hacer una política útil que realmente transforme y reduzca la mastodóntica estructura institucional que se ha creado en España desde la aprobación de la Constitución en 1978.

La absurda reforma de la administración local que quiere aplicar el Gobierno pretende reducir las competencias de los ayuntamientos con poblaciones de derecho inferiores a 20.000 ciudadanos a fecha del 31 de diciembre de 2013. Y que sean las diputaciones provinciales las que asuman las competencias municipales que sean retiradas a los consistorios. De ese modo, las diputaciones que podrían desaparecer para reducir la tela de araña de la desmesurada administración pública española van a seguir. No se cierran. Se refuerzan. Y los ciudadanos de los municipios afectados por la medida perderán la cercanía de la gestión municipal. Es todo un despropósito.

En el caso de la Comunidad Valenciana, por tomar un ejemplo: Si se llegase a una suspensión de la autonomía, que no se va a dar, Rajoy sería incapaz de asumir lo que Fabra no sabe gestionar, ni resolver, por una incapacidad similar. Así, todo queda en la parálisis, ni se gestiona ni se resuelve ni se transforma.

Vamos por el peor camino. El de la desolación.

Mientras, el president de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra,  ha ejecutado, con policías y liquidadores, el cierre de Radiotelevisió Valenciana colocando una guinda en un pastel lleno de basura.

Son tantas las pruebas de la nefasta gestión de los consejeros y presidentes que han pasado por el Consell de la Generalitat Valenciana que lo lógico y apropiado sería la dimisión del actual ejecutivo autonómico valenciano y la convocatoria de elecciones anticipadas antes de 2015, ya que el Estatut, reformado recientemente, lo permite. Si bien, Fabra no va a dimitir. Algo propio de la dinámica alocada de los políticos en España: Ni dimiten, ni asumen, ni se responsabilizan. Ni tienen vergüenza.

España es hoy un país triste. Durante todo el año. No importa si llega la Navidad, la primavera o el verano. Hemos perdido la ilusión. Perdemos la alegría a golpe de decepciones y la estamos olvidando por pura indignación al comprobar cómo y hasta qué punto nos han arruinado unos y otros. La lista de atrocidades por mala gestión y por presuntos delitos de políticos, agentes sociales y personajes repugnantes, ya que apenas hay condenas, es tan larga que nos va quitando el aliento, cada vez que enumeramos parte de los casos de corrupción, mientras nos vamos hundiendo en la miseria con la alegría perdida y olvidada.

De esta situación no saldremos con facilidad, de ninguna manera. Saldremos un día, que nadie ve ahora en el horizonte. O no saldremos nunca. Esa posibilidad, no salir nunca, nos aterroriza: Que se instale de forma permanente en España la pérdida de ética, de responsabilidad, de vergüenza. La pérdida de lo que nos hace más humanos, que por ausencia nos convierte en desgraciados estafadores, farsantes, ladrones de capitales y sobre todo hurtadores de sueños. Si nos roban el sueño de vivir en una sociedad mejor, entonces sí que perderemos una parte íntima nuestra. Y ese robo es tanto o más grave que el del saqueo que ya padecemos.

sábado, 27 de abril de 2013

ESPAÑA PESE A TODO




Hay millones de personas en España que no merecen lo que les está sucediendo. Y pese a todo mantienen la dignidad. Es descorazonador lo que está ocurriendo en este país. Las cifras son demoledoras.

Se desgarra algo dentro de nosotros cada semana, cada día. La realidad es demasiado dura. Casi insoportable.

Más allá de las lágrimas, cuando un país con más de seis millones de parados -según la EPA- se desgarra, hemos de ver que aún podemos salir de ésta. Podemos aunque hayamos perdido la confianza en quienes nos gobiernan. No confiamos en las instituciones, ni mucho menos en la banca, ni en los sindicatos, ni en las asociaciones empresariales. Tras habernos defraudado hemos dejado de confiar en el sistema. Y lo que es peor, cada día hay nuevas pruebas de cómo nos han robado y cómo se ha dilapidado el dinero público con enriquecimientos ilícitos y proyectos absurdos abandonados tras su inauguración.

Se aplauden y admiran las iniciativas de emprendedores, fabricantes, comerciantes, creadores de empleo, que han marcado una línea de calidad y ética que empequeñece y hace más miserables a quienes se han enfangado, sean representantes políticos o traficantes de capitales, con robos y negocios ruinosos.

Hay millones de personas que ahora mismo no tienen ninguna perspectiva de nuevo empleo. Ninguna. Sin subsidio están pidiendo ayuda, cuando se agotan sus recursos, a familiares, amigos y a organizaciones no gubernamentales.

Es lo que todos, casi todos, pensamos todos los días: Nos han estafado, el dinero de nuestros impuestos ha sido mal gestionado y en ocasiones desviado para pagar los deseos materiales de verdaderos delincuentes que lamentablemente nunca irán a dar con sus huesos a la cárcel.

De persona a persona lo hablamos cada día; lo escuchamos en voces sensatas, o incluso desbaratadas, que desde los medios de comunicación nos repiten, una y otra vez, que el sistema autonómico es insostenible, que el Rey tiene que abdicar por estar manchado también con supuestos cobros de comisiones ilegales, que nos gobiernan ineptos, que las medidas son equivocadas o que subir los impuestos empeora la situación, nos ahogamos más, se destruye más empleo, crece el déficit, no corre el crédito y se va desmoronando hasta el mismo sistema de pensiones que es inviable y no puede mantenerse. Así, vamos a la quiebra: Déficit, más gastos que ingresos, deuda pública con intereses elevados, más paro, menos consumo, más hambre y menos futuro para todos.

Pese a ello, esta crisis social, este crack que aún no ha hecho catacrack, tan grave, está dando nuevas oportunidades a creadores que han encontrado cómo dar salida a sus ideas y subsistir, o incluso triunfar con ello.

Hoy no vemos ninguna salida buena para todos. Tenemos que seguir pensando cómo podemos salir de ésta y salvar al mayor número de personas antes de que se ahoguen en la pobreza. No podemos dejar en la estacada a dos millones de familias que tienen a todos sus miembros sin trabajo; ni a más de la mitad de los jóvenes que no encuentran empleo; ni a tres millones y medio de parados que llevan más de un año sin trabajar. Es un drama. Es terrible. Es doloroso. Es angustioso. Tenemos que encontrar una salida para el país; no nos queda otra.

domingo, 14 de abril de 2013

EGOÍSMO ESPAÑOL CRECIENTE


El ambiente de pobreza creciente en España nos está llevando a un egoísmo creciente.

Las asociaciones sin ánimo de lucro, las organizaciones no gubernamentales ayudan a desahuciados, pobres, hambrientos, desamparados, discapacitados, ancianos sin recursos o bebés de familias rotas... La ayuda social existe, si bien, el egoísmo individual tiene una mayor presencia y lo invade todo.

Es un egoísmo silencioso. Un silencio egoísta que se puede mascar en el aire. Cada mañana, al entrar en un tren, en un autobús; cada tarde, al andar por las calles y pasar junto a tiendas, restaurantes, hoteles... Lo vamos viendo en los rostros que se cruzan con nosotros.

Es el silencio del egoísmo el que da aliento a los que ya creían en el egoísmo antes de la llegada de este gélido egoísmo, más frío que el anterior.

Es la insoportable certeza de que esta crisis de pobreza es también la crisis de nuestra sociedad y de nuestra propia forma de ser, como individuos en ciudades que alimentan las conductas egoístas.

Es la certeza de que volveremos a coger un autobús, un tren, un avión o un coche y si por el camino alguien necesita ayuda, seguramente lo miraremos, pensaremos algo, no diremos nada y seguiremos andando casi sin pestañear. Eso sí, deseando que algo así no nos suceda nunca.

lunes, 8 de abril de 2013

CRISTINA IMPUTA AL GLAMOUR ANUENCIA


Se acabó el cuento de reyes y princesas. No son de sangre azul.

De aquella familia de dos padres y tres hijos, casi adorada en España durante más de 25 años, hemos pasado a un retrato horrendo de un rey con amigas íntimas, negocios y gastos secretos que pueden incluir la reforma de un nido para Corinna en la finca pública de la Angorrilla -El Pardo-; una reina que calla elegante, triste, por no romper el protocolo; un hijo, príncipe que habla para quedar bien, sin más mérito que su costosa formación y su buen porte; una princesa con más ambición que sinceridad; unas infantas descabalgadas del sueño real, separada, la mayor, de un fantoche que iba en patinete por la calle Serrano con vicios ocultos; desmoronada, la menor, como se aprecia en la imagen tomada en Barcelona al entrar en la sede de La Caixa, donde trabaja, tras conocerse su imputación judicial en el caso en el que también figura imputado su marido, Iñaki Urdangarín. Un marido sin escrúpulos que creyéndose verdadero duque feudal de Palma ha pedido diezmos a diestro y siniestro hasta llegar a apropiarse presuntamente, con otro socio, de más de 6 millones de euros.

Visto así, creía Urdangarín que actuaba con arreglo a la tradición y al proceder de antaño, más allá de un ducado actual únicamente honorífico y simbólico. Habrá sido confusión e ignorancia. La misma que ha tenido y padece la Infanta Cristina que no puso objeción visible a los beneficios obtenidos, ni a la compra, reforma y suscripción de la hipoteca del llamado "palacete" de Pedralbes, en Barcelona, por la que aún se deben 4 millones de euros a La Caixa -según varios medios de comunicación-.

Si sabía y aprobaba, es muy grave; mucho más. si participaba en decisiones y estrategias; si miraba hacía otro lado, es irresponsable; si no sabía, dice poco en su favor. No olvidemos que la Infanta Cristina aparece dispuesta a pagar con dinero negro al servicio del palacete, como figura entre toda la documentación, más de 40.000 folios, del caso Nóos. Algo que el fiscal Pedro Horrach aparta del caso judicial para ubicarlo en el terreno de las infracciones administrativas. Sin olvidar nunca la participación de la Infanta en la firma Nóos, ni  en Aizoon -a la que se desviaban parte de los fondos ilícitamente obtenidos en Nóos-, como copropietaria, al cincuenta por ciento con Urdangarín, Para el juez José Castro, en el auto de imputación de Cristina Federica de Borbón y Grecia, tras analizar los 14 indicios que la imputan, podría ser cooperadora, cómplice o todo ello. Para el fiscal Horrach, ni lo uno ni lo otro al encontrar inconsistentes los indicios y las sospechas.

La vida complaciente, llena de lujo y ostentación, por no conformarse con una más modesta siempre en un nivel muy superior al de la media española, ha sido la gran trampa. Algo que en absoluto exculpa. Ahora toca pagar la vajilla robada. Para dar alguna entrada nueva de dinero a Urdangarín no le faltan ofertas llamativas como la de acudir como  segundo de a bordo a la selección de balonmano de Qatar, de la mano de su amigo, el seleccionador nacional Valero Rivera. Parece que en Qatar no leen las noticias procedentes de España o les importa un bledo quien figure en la organización de una selección nacional en Doha o se tragan el sapo y favor con favor se pagará. Mientras, figura la fianza exigida por el juez Castro que supera los 8 millones de euros y para intentar cubrirla se han aportado inmuebles, incluida la hipotecada casa de Pedralbes que además se encuentra a la venta por 7 millones de euros.

Y parece que ni letrado defensor tendrá que pagar la Infanta Cristina, a la que, según vemos, ni le preguntan al imponerle desde la Zarzuela un abogado que es más un traficante de influencias que un verdadero defensor, Miquel Roca i Junyent. Un millonario con despachos de abogados en toda Cataluña, Madrid, Palma de Mallorca, entre otros puntos de actividad. Dada la falta de especialización penal de la vieja gloria del nacionalismo catalán y padre de la Constitución española, influyente en la redacción de la Carta Magna para dar diferentes velocidades y trato a las autonomías, acude al prestigioso letrado penalista Jesús Silva para defender en equipo a la Infanta Cristina -que parece no tener ni voz ni voto en este cuestión-. La defensa de una Infanta de España se convierte así, además, en un circo político.

La sensación generalizada es que el juez, pese a emitir un auto considerado de forma casi unánime como "impecable", lo tiene muy difícil para profundizar en el caso Nóos en relación a la Infanta Cristina, si citarla como testigo se habría reducido a una respuesta por escrito, imputarla -pese a desestimar hacerlo antes- en desacuerdo con el fiscal que ha recurrido el auto, más que allanar el terreno lo ha llenado de colinas con amenazantes avisperos. Es un enredo judicial del que parece que nadie -incluidos el juez y el fiscal- saldrá bien parado, pase lo que pase.

Efectivamente hay justicia para todos, pero no igual para todos.

sábado, 26 de enero de 2013

CORRUPCIÓN A LA ESPAÑOLA


Un concejal de una pequeña ciudad española exigió un coche regalado para su esposa a un nuevo concesionario de vehículos que abría sus puertas en el municipio; el edil siguió pidiendo dinero y regalos a los empresarios a cambio de apoyar políticamente los proyectos que querían desarrollar.

Es un ejemplo miserable y real de lo que lleva décadas ocurriendo en España.

Escribir, pensar, comentar, hablar sobre la ilícita conducta de numerosos cargos políticos, públicos, institucionales, orgánicos de España es algo que repugna. Nos asquea por el elevado nivel de corrupción al que hemos llegado.

Los corruptos se han enfangado en el lodazal de las comisiones ilegales, cohechos, malversaciones, prevaricaciones, falsedades, negocios ilícitos, robo de capitales ajenos, públicos o privados, y nos han llenado a todos de lodo y miseria humana.

Cada saqueador lo ha hecho en la medida de sus posibilidades. Unos han robado 1.000 euros, otros 10.000 y otros millones. Así, hasta el saqueo generalizado de arcas de todo tipo. Por ello, hasta los que no han participado de la fiesta de este enriquecimiento ilícito están en el punto de mira de la sociedad como posibles delincuentes. Aunque no lo sean.

Es el descrédito actual de la clase política española; una clase, la llamada casta política, que ha dinamitado el poco prestigio que le quedaba. Una deslealtad con la sociedad que al ser delictiva tendría que condenarse judicialmente, lo que pocas veces ocurre. Son escasos, aunque nos parezcan muchos, los casos de corrupción destapados. Que sean unos 200 políticos españoles los que están siendo investigados judicialmente por presuntos casos de corrupción es sólo un botón de muestra. Hay mucha basura y porquería en las cloacas del Estado -en todos los niveles de todas las administraciones que no saldrá nunca a la luz pública-.

Los políticos y cargos públicos en España con las manos manchadas por presuntos delitos pueden ser muchos miles, decenas de miles, nadie lo sabe. Hay casos prescritos, ocultados por pactos tácitos entre partidos, que nunca se conocerán.

Se grabó a un concejal en un encuentro con un promotor inmobiliario y quedó probado que exigía cantidades de dinero o costosos regalos para él y su familia. El alcalde lo citó y cuando entró en su despacho puso la grabación. El concejal se sorprendió -primero-y se enfadó -después- sin el menor atisbo de vergüenza, pasando a acusar al alcalde y a los responsables locales del partido al que pertenecían ambos de llevar a cabo tácticas sucias para arruinarle la vida desconfiando de alguien que impulsaba proyectos "beneficiosos" para la ciudad.

Finalmente, hubo acuerdo y el alcalde, que aclaró que en el partido aún no se sabía nada puesto que la grabación audiovisual la había realizado una persona de entera confianza, agradeció el gesto del concejal quien se comprometió a que desde entonces retiraría una parte de los fondos que obtenía ilícitamente para el alcalde. E incluso creyó necesario pagarle una parte de lo recaudo con anterioridad. Y siguieron adelante ambos compartiendo jugosas cantidades del dinero que no les pertenecía.

Lo han hecho -parte de ellos, nunca todos- concejales, alcaldes, diputados autonómicos, delegados provinciales, directores generales autonómicos, secretarios autonómicos, consejeros autonómicos, presidentes autonómicos y así hasta pasar a los políticos y cargos públicos de la administración estatal, corrupción a destajo con enormes nubarrones que han cubierto también a la Casa Real.

Entre todos los corruptos han conseguido que España sea un estercolero político que los ciudadanos, si pudieran -y ya se teme un estallido social- limpiarían con excavadoras y camiones para transportar toda la basura por una planta de tratamiento de residuos, lo que fuese basura orgánica se transformaría en abono y lo que se pudiera salvar tal vez se reciclaría. Limpieza, transformación, medidas ejemplares y reciclaje, que parece que no van a llegar a tiempo, ni tenemos suficientes excavadoras para tanta basura.

jueves, 29 de noviembre de 2012

WE DON´T NEED ANOTHER HERO


Un héroe para sacarnos de este atolladero nos vendría muy bien. Enviado de otro planeta, como en las historias de ficción, para encontrar la salida mágica que no somos capaces de localizar.

Queremos vivir sin esta angustia diaria que nos está asfixiando.

Nos gustaría que un héroe acabase con esta depresión económica y social.

Y todos, o casi todos, coincidimos en que no queremos más héroes que vengan a prometer lo que no cumplirán nunca; ni aquellos que después hacen lo contrario de lo dicho.

No queremos héroes de pacotilla, ni de tercera, ni de segunda. Queremos uno de primera que vuele por encima de todas las estafas y saqueos que nos han llevado a este triste y dramático momento histórico.

No queremos políticos de boca tuerta, falsa expresión, ni de cejas levantadas, ni nacionales ni nacionalistas, con salidas de pata de banco para ocultar sus verdaderas miserias. No queremos más mentirosos; y sobre todo, no queremos a aquellos que despilfarran el dinero público, ni a los que aprovechando que no les vemos, cuando no están en público, se quedan una parte de lo presupuestado, o exigen comisiones ilegales a cambio de favores políticos, adjudicaciones o beneficiosos negocios para intereses privados.

No queremos a los que nos han arruinado.

Estamos hartos de bocazas que dicen algo llamativo para el titular del día que mañana será viento del olvido.

Ni en una situación tan grave como la actual afloran todos los casos de corrupción. Los que conocemos son la punta del iceberg, hay muchos escondidos y una gran parte no se conocerá nunca por motivos variados. Si saliera a la luz pública toda la porquería, el sistema político actual se desmoronaría e incluso el financiero, que ha sido apuntalado con decenas de miles de millones de euros públicos.

Son demasiadas grietas y no encontramos un material apropiado para taparlas. Es la cimentación la que está dañada, no son fisuras superficiales, nadie se atreverá a llegar tan lejos. Se ponen paños calientes para aguantar, hasta 2014 o 2015, esperando que todo mejore sin reformar a fondo los sistemas que no funcionan bien.

Tendremos que salir de este lodazal, los que podamos, sin esperar ninguna gran transformación. Se perderá una gran oportunidad. Por eso no vendrá ningún gran héroe a salvarnos; no lo merecemos.

sábado, 10 de noviembre de 2012

ANA BOTELLA INÚTIL POR EXCELENCIA


Siendo el momento de demostrar que es responsable ante la ciudad que gobierna no lo ha demostrado. Por ello, mantenemos lo escrito el pasado 4 de noviembre: Ana Botella debe dimitir. No es útil a la sociedad, ni al ayuntamiento que preside. Ha sido incapaz, de ahí su inutilidad, de poner los puntos sobre las íes "desde el minuto uno" -la expresión del minuto uno la ha usado la propia Botella para defender su papel-.

Sin saber sus idas y venidas al spa lisboeta ya nos parecía que por su incapacidad de liderar el esclarecimiento de los hechos y de exigir la depuración de responsabilidades, caiga quien caiga, debía dimitir. El asunto de Lisboa lo agrava más todo.

El contubernio entre políticos y empresarios ni ha acabado ni acabará nunca en este país porque forma parte de la cultura española y está tan enraizado que no se puede erradicar. Por mucho que lo intenten unos pocos. Eso sí, cuando una tragedia, en la que mueren cuatro jóvenes, pone al descubierto los oscuros tratos de favor: Hay que ser valiente tomando las riendas, en este caso la vara de mando de alcaldesa, para que la verdad resplandezca. Una comisión interna de investigación es insuficiente; Botella la descartó el 6 de noviembre y días después la anuncia para evitar una investigación independiente. Otro motivo más para pedir la dimisión de Botella.

Que sea esposa de un ex presidente del Gobierno de España no debe influir en ninguna valoración política sobre la valía de Ana Botella, siempre que la demuestre. Si no la demuestra y entonces sí hay que pensar que por ser quien es ha sido la segunda de a bordo con Ruiz Gallardón, apreciado por Aznar, y ha acabado siendo alcaldesa de Madrid sin ganar unas elecciones. Como alcaldesa incompetente debe marcharse, las inauguraciones y los actos de postín se han acabado. 

Ahora hay que afrontar una situación difícil y llegar al fondo de la verdad para conocer qué irregularidades se han cometido y quienes son los responsables de las mismas. Su expresión, en la imagen superior, no es la de una persona dispuesta a afrontar las consecuencias de la tragedia de Madrid Arena y su respuesta -"no"- en rueda de prensa a la pregunta "¿piensa dimitir?" es un no lanzado de una forma altiva con un toque de desprecio hacia quien pregunta. Debe marcharse. No se irá porque la dignidad de dimitir cuando toca no forma parte de la conducta habitual de los políticos españoles que se resisten como gato panza arriba a abandonar sus cargos. Por ello, hay cada vez una mayor distancia entre los ciudadanos que piden gestión responsable, eficaz, y la llamada casta política que va representando menos los intereses generales y más los particulares.

domingo, 4 de noviembre de 2012

MADRID ARENA, ESPAÑA CAL


Una de cal y otra de arena. Para rematar mezclamos arena y cal con fango putrefacto. España es un país con demasiados estafadores, malversadores, prevaricadores, mentirosos y delincuentes sin escrúpulos. A pesar de los escándalos, de todo tipo, aún campa a sus anchas en España la codicia; como si no hubiese sucedido nada desde finales de 2007 cuando el gran globo inmobiliario empezó a perder aire mostrando lo miserables que podemos llegar a ser.

La tragedia del Trhiller Music Park en Madrid Arena -durante la madrugada del 1 de noviembre- en la que han perdido la vida cuatro jóvenes, Belén, Cristina, Katia y Rocío, se podría haber evitado. Una mejor organización de seguridad preventiva, distribución por áreas de los asistentes y sobre todo un estricto control del aforo permitido para no ser sobrepasado en ningún momento, habrían la avalancha mortal.

La máxima que muchos empresarios de grandes espectáculos sí respetan es la de no sobrepasar el aforo permitido. Es ilegal sobrepasarlo y pone en peligro a los asistentes. No respetar el aforo es una irresponsabilidad que puede tener consecuencias fatales. Este evento, que acabó con muertos y heridos por avalancha humana, parecía concebido más como un engendro para ganar dinero que como un festival de música para la diversión sin riesgo de miles de jóvenes. Si en la pista central sólo caben, con seguridad, 3680 personas: No caben más. El resto de asistentes deberían haber tenido otro tipo de entrada, más barata, para acceder a las otras zonas, igualmente con aforo limitado, de Madrid Arena. O los interesados en estar en la pista central deberían haber pagado más siempre con el límite de entradas emitidas según aforo marcado. Es algo básico. Quien transgreda algo así y se salte las pautas de seguridad está exponiendo a todos los asistentes a un riesgo de consecuencias impredecibles.

En este caso el Ayuntamiento de Madrid es responsable civil subsidiario tras el promotor de este desgraciado evento. Un promotor que no está ni al corriente en el pago a la Seguridad Social, al que el consistorio madrileño no rechazó para alquilar Madrid Arena porque la empresa pública Madrid Espacios y Congresos no está obligada a exigir ese requisito, sí la  administración pública pero no una empresa pública -aunque dependa de arcas públicas-. Lo que sí puede hacer la empresa pública, y al parecer no hizo, es controlar el estricto cumplimiento de las normativas de aforo, seguridad y desalojo de un local de propiedad pública arrendado.

Y todo lo que se le ocurre a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en lugar de asumir fallos de control, es anunciar que los eventos "de estas características" no se volverán a celebrar en recintos municipales de Madrid. Anuncio hecho con cara de circunstancias y con verdadero pánico escénico. Entonces, si no puede asumir los fallos de control que se han dado en este y posiblemente en eventos anteriores, lo que debe hacer es dimitir por su manifiesta incapacidad para liderar un equipo de gobierno poniendo los puntos sobre las íes, caiga quien caiga. El temor a gobernar es lo peor que le puede pasar a un cargo público. Por ello, debe dimitir y no lo hará porque en España no se dimite: Se aguanta agarrado, o agarrada, al sillón institucional hasta que escampe.

Lejos queda la imagen de aquella Ana Botella a principios de los noventa, esposa del candidato popular José María Aznar que después ganaría las elecciones generales de 1996, pidiendo en los medios de comunicación una regeneración de la política española ahogada por el felipismo. Quién te ha visto y quién te ve, Ana Botella. Ahora, cuando no se trata de una inauguración, ni de un acto para mayor gloria de cargos públicos, es incapaz de asumir la vara de mando y anunciar una investigación interna para ver qué resortes del Ayuntamiento de Madrid han fallado, aunque la gran responsabilidad sea del promotor de la fiesta musical. Por ello, debería tener la decencia de marcharse a casa ya que no piensa ejercer la autoridad pública que el pleno le ha otorgado -los ciudadanos estrictamente no, puesto que las elecciones las ganó el ahora ministro Alberto Ruiz Gallardón-.

Lo publicado, las presuntas irregularidades cometidas en este caso, evidencia que nuestro país sigue instalado en la cultura del dinero fácil y del todo vale. El mercadeo entre políticos y empresarios continúa en la vida española pese a todo y pese a todos. Millones de ciudadanos esperan en vano un cambio de conducta, de control; en definitiva, esperan una ética que no llega.

Por eso es más doloroso ver las imágenes de Madrid Arena con jóvenes aplastados en un embudo absurdo y mortal, porque es la lamentable confirmación de que el ansia de ganar dinero pasará siempre por encima de una sociedad que no quiere ser aplastada, engañada, esquilmada, ni estafada.

*Las dos imágenes que acompañan este texto han sido tomadas en la trágica madrugada del 1 de noviembre de 2012 en Madrid Arena.