sábado, 10 de noviembre de 2012

ANA BOTELLA INÚTIL POR EXCELENCIA


Siendo el momento de demostrar que es responsable ante la ciudad que gobierna no lo ha demostrado. Por ello, mantenemos lo escrito el pasado 4 de noviembre: Ana Botella debe dimitir. No es útil a la sociedad, ni al ayuntamiento que preside. Ha sido incapaz, de ahí su inutilidad, de poner los puntos sobre las íes "desde el minuto uno" -la expresión del minuto uno la ha usado la propia Botella para defender su papel-.

Sin saber sus idas y venidas al spa lisboeta ya nos parecía que por su incapacidad de liderar el esclarecimiento de los hechos y de exigir la depuración de responsabilidades, caiga quien caiga, debía dimitir. El asunto de Lisboa lo agrava más todo.

El contubernio entre políticos y empresarios ni ha acabado ni acabará nunca en este país porque forma parte de la cultura española y está tan enraizado que no se puede erradicar. Por mucho que lo intenten unos pocos. Eso sí, cuando una tragedia, en la que mueren cuatro jóvenes, pone al descubierto los oscuros tratos de favor: Hay que ser valiente tomando las riendas, en este caso la vara de mando de alcaldesa, para que la verdad resplandezca. Una comisión interna de investigación es insuficiente; Botella la descartó el 6 de noviembre y días después la anuncia para evitar una investigación independiente. Otro motivo más para pedir la dimisión de Botella.

Que sea esposa de un ex presidente del Gobierno de España no debe influir en ninguna valoración política sobre la valía de Ana Botella, siempre que la demuestre. Si no la demuestra y entonces sí hay que pensar que por ser quien es ha sido la segunda de a bordo con Ruiz Gallardón, apreciado por Aznar, y ha acabado siendo alcaldesa de Madrid sin ganar unas elecciones. Como alcaldesa incompetente debe marcharse, las inauguraciones y los actos de postín se han acabado. 

Ahora hay que afrontar una situación difícil y llegar al fondo de la verdad para conocer qué irregularidades se han cometido y quienes son los responsables de las mismas. Su expresión, en la imagen superior, no es la de una persona dispuesta a afrontar las consecuencias de la tragedia de Madrid Arena y su respuesta -"no"- en rueda de prensa a la pregunta "¿piensa dimitir?" es un no lanzado de una forma altiva con un toque de desprecio hacia quien pregunta. Debe marcharse. No se irá porque la dignidad de dimitir cuando toca no forma parte de la conducta habitual de los políticos españoles que se resisten como gato panza arriba a abandonar sus cargos. Por ello, hay cada vez una mayor distancia entre los ciudadanos que piden gestión responsable, eficaz, y la llamada casta política que va representando menos los intereses generales y más los particulares.

2 comentarios:

  1. A Ana Botella le va lo fácil y la pamplina. Lo serio y complicado, lo difícil, le puede y no puede afrontarlo. La tragedia de Madrid Arena ha pasado por encima de ella y no se da cuenta de que o abre la caja del horror hasta las últimas consecuencias o debe irse. Y parece que no hará ni una cosa ni otra.

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  2. Ana Botella representa lo peor de la clase política.
    Representa el enchufismo mas puro y duro ,pues quien la ha votado?

    Se ve que en esta sociedad no se mira mal la incompetencia laboral en nuestros más altos cargos y eso que son los que nos representan fuera de nuestras fronteras. Gracias Ana por dejarnos quedar en evidencia allí donde quiera que vas.

    Sin duda lo que mas me molesta es la incapacidad que tiene para no poder resolver ninguno de los desafíos o problemas que presenta una comunidad como es Madrid, y eso sin duda es efecto del ``dedazo´´ mediante el cúal fue elegida alcaldesa, mujer de Aznar o protegida de Gallardón llamémosle democracia.

    Y amigos, mientras no seamos capaces de poner a la élite de este país al frente del mismo ,en vez de a ineptos e incompetentes noseremos capaces de decir que no nos merecemos la corrupción política ,reformas injustas o hasta privación de derechos como la libre manifestación...

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